martes, 9 de junio de 2009

Hush Puppies

"Si yo fuera perro sería un Basset Hound... Hush Puppies, para mayor referencia", le respondí a una periodista que escribía algo sobre mascotas. ¿Por qué? Pues porque son los seres más tristes del planeta, o al menos eso aparentan, ya que aun en sus desbordes de euforia, cola revoloteada mediante, su rostro taciturno no les ayuda. Ojos dormilones, orejas caídas, cuerpo apagado... unos eternos y auténticos losers. ¿Por qué yo? No lo sé exactamente, lo más que puedo decir es que en las noches de insomnio premeditado, me siento miserable, incomprendido, como el náufrago a quien nadie ve –o no quieren venir a rescatar–, hablando conmigo mismo, discutiendo de política con mi ego, charlando de ópera con mi álter ego, y compartiendo el humo del cigarro con mi súper ego. Busco todo el tiempo, pero no sé lo que busco. Encuentro todo el tiempo, pero no sé lo que encuentro. No encuentro, busco. No busco, encuentro. El destino juega conmigo mostrándome algo que he esperado siempre, y luego, al tratar yo de alcanzarlo, me lo retira ipso facto, exactamente como Kiko y el Chavo. ¿Quieres...? ¡Compra! Soy Chespirito, el Flaco, Costello, Robin, Watson... todo un partner secundón, soy el actor secundario que tranquilamente podría estar excluido de los créditos del filme ganador del Oscar sin que nadie lo note. Eso de que la procesión va por dentro son pamplinas, mi procesión va por fuera. Me miro al espejo luego de cada derrota diaria, ¿y qué veo?, una extraña metamorfosis caleidoscópica: mis orejas empiezan a crecer y apuntar al suelo. Mi nariz se humedece y oscurece, mis ojos ahora son casi de anime. Sin duda soy un Hush Puppies.

viernes, 15 de agosto de 2008

El mundo contra mí

Veinticuatro horas antes del Día del Maestro, sin una pizca de exageración, los planetas se alinearon como saetas contra mi vidita y no tuve ni un segundo para tomar aire. Dicha conspiración sideral no me dio tregua hasta que languideció la tarde y renació la sombra, momento en el que Disléxica, asidua oidora-lectora de este resignado aspirante a fruta tropical –entiéndase piña–, apareció para mi respectiva catarsis nocturna. Aquí el cut and paste corregido –nadie escribe con mayúsculas, tildes y puntos en el msn ¿o sí?– y editado para ¿facilitar? su lectura.

Perfil bajo dice:
(Hola). ¿Qué tal tu día?
Disléxica dice:
(Hola). Bien, terminando unos surveys y conversando un poquito :)
Disléxica dice:
¿Y el tuyo?
Perfil bajo dice:
¿¿Mi día??
Perfil bajo dice:
Pésimo
Perfil bajo dice:
...escalofriante
Perfil bajo dice:
...malo malo malo
Perfil bajo dice:
Lúgubre. La vida ironiza conmigo
Disléxica dice:
¿Qué paso?
Perfil bajo dice:
Soy un juguete de diosito Ribeyro
Disléxica dice:
¿Qué pasó, lindo, por qué estás así?
Perfil bajo dice:
Todo empezó anoche, cuando me rehusé a regresar a mi casa en la movilidad del diario porque me querían amontonar como gallina rumbo a la avícola, era la 1:00 a.m.
Perfil bajo dice:
(Lo de gallina por el campeonato, obvio)
Disléxica dice:
¿Te fuiste solo a esa hora?
Perfil bajo dice:
Sí. Taxi, no importa, pero llegué tardísimo y como estaba cansado olvidé poner el despertador...
Disléxica dice:
No me digas que...
Perfil bajo dice:
¡¡¡Me desperté a las ocho!!! Mal de la garganta y con fiebre... again
Perfil bajo dice:
Y llegué tarde al colegio, again claro
Disléxica dice:
No puede ser :(
Perfil bajo dice:
Vergüenza total. Y los alumnos más malcriados que nunca, insoportables innecesariamente hoy
Perfil bajo dice:
A la salida me dijeron que mañana venga con terno, dizque mañana es mi día. Homenaje
Perfil bajo dice:
Recordé que había prestado el terno a mi hermano
Perfil bajo dice:
¡Y mi zapato destapado...!
Perfil bajo dice:
Compré un Terokal, me ganó el tiempo y lo traje al diario junto con el zapato
Disléxica dice:
Estás echando chispas... buf, cuánto lo siento, lindo
Perfil bajo dice:
Hay más... En el carro, con mi zapato+Terokal en una bolsa, de casualidad, en una curva, le topé a una señora que estaba a mis espaldas... ¿Y qué crees?
Disléxica dice:
...
Perfil bajo dice:
Me gritó, histérica, que por qué la tocaba, pervertido, etc, etc. Yo primero me avergoncé, pero luego le respondí y la gente me apoyaba porque esa tipa parecía loca... Un colerón
Disléxica dice:
Te pasó de todo hoy :(
Perfil bajo dice:
Falta...
Disléxica dice:
Más?? My god!
Perfil bajo dice:
Me fui a almorzar.
Disléxica dice:
( Y te pusieron cumbia...)
Disléxica dice:
Si eso ya es bastante castigo, qué más te habrá pasado en el almuerzo, ay :(
Perfil bajo dice:
Cuando la mujer me enseñó la carta, yo aún no terminaba de asimilar el trauma previo. Escuchaba música. Solo le señalé con mi dedo en la lista lo que quería...
Perfil bajo dice:
Escogí arroz a la jardinera
Perfil bajo dice:
(Me gusta como lo prepara mi madre)
Disléxica dice:
Y...
Perfil bajo dice:
Apareció luego con un plato con montañita de arroz, huevo frito encima y tres plátanos fritos a su alrededor... ¡agggg!
Disléxica dice:
¿Arroz a la jardinera con plátano frito?
Perfil bajo dice:
Y nada... había leído mal... no era jardinera sino cubana... !#%*&(#$
Disléxica dice:
Ajajaja
Perfil bajo dice:
No te rías, que sufrí mucho (jeje)
Perfil bajo dice:
Y yo terco que había leído bien, y nada, nunca han hecho ni harán ese plato en ese lugar
Perfil bajo dice:
Comí obligado por la vergüenza
Disléxica dice:
Sé que la has pasado mal, lindo, pero me hiciste reír, qué cara habrás puesto...
Perfil bajo dice:
Falta, falta...
Disléxica dice:
(Sigue, sigue)
Perfil bajo dice:
Entró un tipo orquesta: zampoña, quena, charango, bombo. Se puso a mi lado
Perfil bajo dice:
Lo miré con cara de Michael Douglas en Un día de Furia, lo miré feo, no sabes
Disléxica dice:
(¿Y qué te tocó? ¿"Llorando se fue..."?) jeje
Perfil bajo dice:
No, "Cuando la tarde languidece renace la sombra" (bis) Otro !agggg!
Perfil bajo dice:
Llegué al trabajo con mi zapato+Terokal y mi cara de loser
Perfil bajo dice:
Y lo peor que me podía pasar, no habían máquinas disponibles. Un problema de logística
Perfil bajo dice:
Tuve que esperar mucho tiempo, dando vueltas, avergonzado, again...
Disléxica dice:
Buf :(
Disléxica dice:
Hoy creo que te siguió una nube gris... ¡are, ajo! Grita, wal, ni bien llegues a casa, para que exteriorices la cólera...
Perfil bajo dice:
Eso es lo peor, no iré. Debo ir a casa paterna a recoger mi terno y tipear unos exámenes
Perfil bajo dice:
Pasaré mala noche y todo para que mañana mis enemigos públicos me bailen reggaetón y cumbia (tercer ¡aggggg! de la noche) como homenaje a mí...
Disléxica dice:
Encima saliendo del periódico tienes que ir a tipear exámenes y recoger el terno para la actuación de mañana... Buf
Perfil bajo dice:
¡¡¡Quieren homenajearme!!! ¡¡¡Estudien!!! ¡¡Ajo, erda, are!!!
Disléxica dice:
¿Un té con agüita de azar? jeje
Disléxica dice:
Ay, fuckin día, todo te salió mal, todo conspiró contra ti :(
Perfil bajo dice:
Digno de un post ¿no?
Disléxica dice:
Mínimo. Dedícale un post a este día de *#$$%&// pipppppppppp! (pito censurador)
Disléxica dice:
¿Tranqui ya?
Perfil bajo dice:
Jeje, uff. Ya estoy mejor, gracias.
Disléxica dice:
Jaja... pobre de ti, lindo, una comedia de lo absurdo. Ya me imagino, todo el día con tu cara de pocos amigos gesticulando más de la cuenta
Disléxica dice:
El mundo contra Wal, ese debería ser el título del post, jeje
Disléxica dice:
¡Are, ajo! qué colera... Todo lo que te pasó
Disléxica dice:
(Acabo de prender un Lucky antiestrés... te lo cedo, pa' ti)
Perfil bajo dice:
Se agradece y se exhorta...
Perfil bajo dice:
Linda, grábame la conversa... De repente solo hago cut and paste
Disléxica dice:
¿La grabo? ¿Para el post? ¿Y si no quiero? jejeje
Disléxica dice:
Naaa, broma, mua en su frente, ¡ya no reniegue!
Perfil bajo dice:
Acéptote ese besito
Disléxica dice:
Pero deja de hablarme como cura. Caramba, jejeje
Disléxica dice:
(Aceptas como si fuese un sacrificio, ay, naa, me quedo con mi besito)
Disléxica dice:
Mejor te doy otro Lucky y nothing else
Perfil bajo dice:
¿Lucky? Es ironía ¿¿no??
Perfil bajo dice:
Lucky es precisamente lo que faltó este día
Disléxica dice:
Seguro que sí
Disléxica dice:
Un Lucky, una patita de conejo, un trébol de cuatro hojas... algo...

miércoles, 9 de julio de 2008

Otra vez estuviste cerca...


¿No te ha pasado alguna vez que habiendo alcanzado lo que creías era la culminación de alguna tarea u objetivo que requirió mucho esfuerzo este no era tal, sino todo lo contrario, y se convertía en el principio de otro sinuoso camino o ruta intrincada? Ahora es cuando empiezas a recordar que lo experimentaste muchas veces caminando en la sierra buscando alguna remota laguna, catarata o algún pueblo con nombre de difícil recordación. Te ves caminando horas de horas, cuesta arriba, sólo para, en lo que creías era tu último aliento, darte cuenta que apenas empezaba la excursión. Podrías hacer lo que la mayoría hace en estos casos: darte un respiro, evaluar la ruta, admirar el bello paisaje a media altura y retomarla; pero no, tú no, terco por vocación, impaciente irresponsable, tonto obstinado como tu raza, no aprendes. Sigues caminando, confiado en tu desprestigiado instinto, sin detenerte a contemplar esas hermosas partes que sumadas hacen el todo maravilloso que quizá nunca hallarás. A estas alturas interrumpo tu trance casi psicoanalítico para hacerte entender que llegaste a un momento en tu vida en que caíste en la cuenta de que tu mundo está lleno de esos momentos y que, últimamente (luego de tu huida real-mágico-maravillosa), otra vez, estuviste cerca, muy cerca de lo que buscas, casi lo tocas y lo acaricias, casi estuviste a punto de atraparlo, pero se marchó...

lunes, 23 de junio de 2008

Bill Murray en Comas

Cuando la desesperanza asoma a tu cuarto piso convertida en una infección a la garganta; cuando para felicidad de tus detractores y enemigos públicos, léase "alumnos", te quedaste sin voz; cuando las dos únicas personas que en su primera infancia te llamaron "papá", por ser el hermano mayor más afectuoso, parecen excluirte de sus adormecidos mundos; cuando tú, que te jactaste siempre de parecer cinco o más años menor, por fin aparentas tu edad, y cuando la generación actual pareció llegar al límite de tu intolerancia, al punto de convencerte de vivir excluido de ella... Buscas una canción: recorres tus chispas adecuadas, tontos en la colina, tontos en la lluvia, androides paranoicos, pero nada, no te ayudan. Más de lo mismo. Terminas profanando las historias que las tuvieron como cortinas musicales. ¡Tantos recuerdos, tantos acordes y tan poca memoria! Prosigues la búsqueda, ahora en la televisión, recuerdas las bromas que jugaste en la universidad, repitiendo hasta el hartazgo que un televisor te educó. Y no era broma. No te crió, pero sí que colaboró. Todo te parece frívolo, hasta las series que te hicieron desternillar de risa alguna vez. Llegas con poca fe a las películas, y ahí por fin encuentras lo que no buscabas. Ves a Bill Murray, no travestido y en blanco y negro, que es como lo recuerdas, sino bebiendo en lo alto de un hotel, escuchando por obligación a una pésima cantante. Está lejos de su casa y no sabe lo que quiere, a pesar que el "éxito" lo envuelve. ¿Será que la televisión me sigue educando?, te preguntas silenciosamente mientras terminas de enamorarte de Scarlett Johansson. Termina. ¿Así termina? Reniegas. Ese fue un final feliz, infeliz, subjetivo, sugerido... no lo sabes... Apagas el televisor y la luz, escoges tu canción, tus personajes, tu final y empiezas a soñar.

sábado, 7 de junio de 2008

Para entender a este perfil bajo

Nunca seré el alma de la fiesta, ni siquiera de la mía. No voy a ser yo quien cuente el último chiste del tipo "mamá mamá, en la escuela me dicen...". No traeré la primicia "calientita". Pocas veces inicio una conversación, así me evito posibles fiascos y se los evito a posibles interlocutores. No rompo hielos ni pongo paños fríos. No seré el primero en salir corriendo si hay un terremoto en el sur –o más cerca–, ya que el papelón es más riesgoso que la catástrofe en sí. No me sé las canciones de moda ni sus pasos de baile. Jamás bailaré coreografiado –ni lo volveré a hacer, y menos en un gimnasio acompañado de mi hermana–. Me iré a vivir lejos, solo, en un cuarto piso, sin vecinos y sin timbre, ahí es casi seguro que la movida tropical no me alcanzará. Me presentarán varias veces a las mismas personas y ellas ni cuenta se darán, obtendré el increíble súper poder de la invisibilidad, que es, en suma, la tristísima capacidad de pasar desapercibido a cuanto lugar vayas. Haré del "Desaparecido" de Manú Chao mi himno, pues soy el fantasma que nunca está. Cuando me buscan nunca estoy, cuando me llaman nunca voy. Esto debido a que casi 15 años atrás, un esmerado profesor, a quien admiraba, hacía anotaciones individualizadas de sus alumnos en las alegres vacaciones útiles que dirigía. Mi curiosidad felina me llevó a buscar mi nombre y saber qué impresión tenía de mí este amauta veraniego del siglo XX. Tras muchos "deportistas", "dinámicos", "líderes", "algo flojos", "engreídos", llegué a mis apellidos, con una excitación digna de un preuniversitario buscando su nombre en la relación de ingresantes... "Apático", leí, seguido de un "él hará todo lo que le digan, así no esté de acuerdo". Años luz mediante, no sé si sigo siendo el mismo, lo único que no he querido es defraudar a este magnífico maestro humanista y visionario...